La visita a Orchha por un par de dias es muy recomendable
para volver a disfrutar de nuevo de la mundana paz y el ritmo relajado y
llevadero de las gentes de la India rural imbuidos en un agradable y verde
entorno natural.
El nombre de este pequeño pueblo de Orchha (Lugar escondido)
resulta muy apropiado , sus templos , palacios y torres se abren paso entre la
maleza y la invasora selva que los escondio y disimulo durante siglos. Este
pequeño pueblo hoy fue la antigua capital de los Bundela en el siglo XVI y
debio de tener gran importancia a tenor de la gran cantidad de templos ,
palacios y construcciones que atesora y que todavia continuan en un buen estado
de conservacion .
El limpido rio Betwa con su lecho lleno de rocas discurre
tranquilo por el este del pueblo , creando una isla fortificada donde se
erijieron los palacios y la fortaleza .
Durante el dia sus mercados y calles se llenan de saddhus
(santones) y y sacerdotes de pacotilla que acicalados y vistosos se dejan caer
en busca de una foto que justifique su ansiada propina por unas rupias entre
las hordas de turistas que pululan por la plaza.
El dia transcurre tranquilo y llevadero por la campiña India,
Orchha con su relajado tempo y su rutilante selva nos lleva a dar un paseo
rio arriba hacia la zona de los templos
Chaburja y las ruinas del cenotafio ( monumento mortuorio en recuerdo de los
maharajas). Al atardecer los buitres vuelven a las cupulas de los templos
Chaburja donde estan en temporada de anidar , yo siguiendo el instinto de
llegar bien arriba atravieso las ruinas del cenotafio por sus oscuros y
abandonados pasadizos llenos de murcielagos ciegos y me encaramo en su Chhatri mas elevado para
disfrutar de las vistas del atardecer con el chapoteo a lo lejos de los niños
jugando en los cercanos ghats del rio betwa.
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