Conocida como la ciudad rosa , puerta de entrada al desertico estado del rajasthan , fue reino de
Maharajas en el pasado , ya que hoy el titulo de Maraja es algo simbolico una vez
abolidos por la constitucion todos
sus privilegios anteriores . Jaipur esta
rodeada de fortalezas,
centinelas como apostadas en lo alto de
sus colinas protegiendo su herencia y sus palacios, huellas inequivocas de su glorioso y regio
pasado.
Por las callejuelas y avenidas de la ciudad
rosa se apiñan los bazares , llenos de
gangas y comercio de todo tipo , un intenso paseo por ellos es
un buen motivo para cojerle el pulso ala
vida cotidiana de la sociedad hindu .
Nosotros tuvimos la suerte de asomar por Jaipur a
finales de octubre , justo cuando la ciudad se esta engalanando y vistiendo de luces literalmente para
celebrar la fiesta del DIWALI ,
festividad Hindu importante que dura tres dias y conmemora
el cambio de calendario Hindu. Obviamente es una fiesta nacional , pero
Jaipur es una ciudad grande, cuyos
habitantes se toman muy en serio lo de alumbrar profusa y ornamentadamente toda la ciudad y casas particulares( como
hacemos nosotros en casa por navidad y
el ayuntamiento con las calles y avenidas ) , para vivir un autentico
espectaculo de luz y petardos en cuanto en cuanto se oculta el sol. Los indios
despiden el año como los valencianos reciben a las fallas , osea, con mucha polvora ,les gusta el sonido de los
petardos , los fuegos artficiales , todo lo que haga ruido .El dia 26 el ultimo
del Diwali lo celebramos como si fuera nochevieja en casa , (aunque sin
campanadas , uvas y peazo de cena ) todo
el mundo por la calle con bolsas de cotilllon, felicitandose y tocando
claxon, riadas y riadas de gente
por las calles sin para de
celebrar hasta las primeras horas de la mañana .
Lo interesante de jaipur se encuentra dentro de
su amurallada ciudad rosa , y porque rosa y no azul ¿ Pues porque en 1876 el maraja Ram Singh
decidio pintar toda la ciudad de un color que estuviera asociado con la hospitalidad
para recibir la visita del rey eduardo
VII y asi se quedo y perdura.
Palacios ,
templos y bulliciosos bazares de esta comercial ciudad conviven con las omnipresentes y todopoderosas
vacas , carros tirados por camellos que transitan sin cesar por calles
empapadas de diesel y desperdicios donde
abusivos conductores de tu-tuks se abalanzan y atronan entre turistas y hordas
de niños de la calle mendigan delante de
recargadas joyerias y palaciegos hoteles .
Qué suerte que vais pillando fiestas nacionales allá donde vais!! jjajaja....ya habeis tenido vuestra noche vieja india jajaa ahora toca la española chicos!!
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