Las enormes y prehistóricas cuevas naturales de Damulla hace tiempo que cumplen su función como santuario Budhista. Pertrechadas a 150 metros en un acantilado rocoso, a parte de su contendido religioso ofrecen unas vistas soberbias del entorno a pesar de encontrarse lejos hasta la enorme roca de Sigiriya es claramente visible.
Desde la edad de Cristo estas cinco cuevas ha venido siendo un lugar sagrado de culto y fe y las diferentes dinastías a lo largo de la historia Singalesa se preocuparon en alargar y mejorar sus cavidades, recargandolas ornamentalmente con frescos directamente pintados en la roca y con numerosas estatuas de Budha y estupas que completan todos sus interiores. A los pies del promontorio, para acentuar aun más el carácter sagrado del lugar se ha construido un enorme templo Budhista coronado por un Budha de 30 metros de alto.
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