En estas remotas áreas montañosas
del centro del pais se encuentra el venerado y visitado pico de Adam. Sus 2243
metros de elevación no son óbice ni obstáculo para que peregrinos de todas edades
sucumban a sus casi 6000 escalones para alcanzar a ver la famosa huella en su
cima al menos una vez en la vida. Este sagrado pico ha alimentado la
imaginación y la fe de los cuatro cultos religiosos que conviven en este santo
pais, asi cada religión defiende que tan enorme (casi un metro) como irreal huella del pie que hay marcada y
protegida en su cúspide pertenece a Budha reclaman los Budhistas, corresponde a
Shiva como creen los hinduistas, era de Santo Tomas como suguieren los
Catolicos o pertenecía a Adam como defienden para si los mulsumanes, sea quien
fuere quien dejo allí la huela debía tener el tamaño de un dinosaurio….
Los 7 kilometros que conducen desde
el pequeño pueblo de Dalhousie hasta la cima están iluminados ampliamente por
farolas que guian a los pelegrinos en la extenuante subida hasta el tiemplo
situado en el final. La subida no lleva mas de
3 horas, claro dependiendo de la edad los contedientes, para algunos
octogenarios supone un autentico y agonico calvario tanto el subir como bajar……
lo mejor es hacerlo es durante la madrugada evitar las horas de excesivo calor
y sobre todo para disfrutar del abrumador amanecer que desde allí se divisa cada
mañana.
El día levanta y la luz nos
muestra el enorme paisaje que nos ocultaba en la subida la cerrada noche, las
escarpadas montañas se suceden en sintonía hasta difuminarse en el horizonte
lejano, una enorme y húmeda bruma nos envuelve por momentos allí en la atalaya
del pico, disipándose tan rápido como había llegado. Abajo un mar de nubes envuelven las zonas sombrías
que buscan desperezarse y despejar poco a poco con los primeros rayos del albor
mañanero. El silencio es absoluto y sepulcral entre los allí presente, mezclados
en un simpático cocktel de turistas, peregrinos y creyentes todos juntos
contemplando atónitos aquel caleidoscopio de colores. Como un lento goteo siguen
llegando a la cima con la cara desencajada por el esfuerzo pero recompensados
de sobra al rato de recuperarse, al contemplar aquella soberbia muestra de la
naturaleza.
En la parte posterior del tiemplo y reflejado en aquel mar de nubes
y terruños se podía distinguir la eterea sombra de forma piramidalmente triangular
que el sol reflejaba y proyectaba sobre el pico, a medida que el sol ascendía y
crecía su fuerza la sombra se difuminaba como un espectro desapareciendo en su
base.
las 6.30 horas con el sol
completamente nacido, comenzó la primera de las oraciones del día, en este caso
un Monje dirigía la puja y recitaba una a una aquella salmodia de textos y
mantras a través del megáfono, flautas, tambores y un recital de cantos
acompañaba el momento poniendo la música. Cuando la puja termino se dedico a bendecir
uno a uno previa desinteresada donación, a toda la gente que nos disponíamos a
observar de cerca el tamaño de tan enorme como sagrada huella.
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